Sitúa tu terrario cerca de una ventana con luz natural, evita la luz solar directa, ya que podría aumentar excesivamente la temperatura.
Es importante mantener a tu terrario en un rango de temperatura de entre 15 y 30 grados centígrados.
Rotar el terrario ocasionalmente garantizará que todas las plantas reciban la luz de manera uniforme.
La condensación es vital para que el agua se recicle y nutra las plantas en el terrario. Si la condensación es abundante y dificulta la visibilidad de las plantas, se recomienda dejar el terrario abierto durante algunas horas para ayudar a reducirla. En cambio, si no hay condensación y se perdibe falta de humedad, es hora de regar nuevamente las plantas.
Los jardines en bol solo requieren ser regados entre una o dos veces al año. Será esencial volver a regar cuando percibamos una disminución en la condensación dentro del terrario, el musgo no esté húmedo o la tierra esté ligeramente seca.
Utiliza un pulverizador o riega cuidadosamente alrededor de las plantas. Te sugerimos usar agua mineral o filtrada.
Cuando las plantas hayan crecido considerablemente, llegando incluso a tocar el cristal, podría ser el momento adecuado para podarlas.
Después de la poda, es recomendable dejar el terrario abierto durante aproximadamente 24 horas para evitar el exceso de humedad y permitir que las plantas cicatricen correctamente.